El Consejo de Educación de Kansas ha aprobado una propuesta que permitirá enseñar en los institutos la teoría del diseño inteligente (la nueva etiqueta del creacionismo) como una explicación científica de la vida. La propuesta fue aprobada el martes por seis votos a favor y cuatro en contra, lo que significa que a partir de ahora se enseñará en las aulas que existen "dudas razonables" sobre la teoría de la evolución formulada por Darwin en el siglo XIX.
La decisión del Estado de Kansas es una victoria para la derecha religiosa más recalcitrante. El diseño inteligente, defendido por el presidente de EE UU, George W. Bush, no es más que la nueva envoltura con la que los fundamentalistas cristianos presentan la vieja tesis del creacionismo bíblico y el rechazo a la teoría de la evolución formulada por Charles Darwin.
El Consejo de Educación no puede dictar qué se enseña a los alumnos de las escuelas públicas, pero sí puede exigirles ciertos conocimientos a la hora de pasar los exámenes estatales.
"Es una gran victoria para los alumnos de Kansas que les va a aportar una visión completa para debatir sobre el darwinismo impuesto por los científicos", opinó Casey Luskin, del Instituto Discovery, el principal lobby norteamericano a favor de la teoría del diseño inteligente, citado por France Presse.
Por su parte, Jack Krebs, profesor y presidente de la asociación Ciudadanos de Kansas por la Ciencia, se manifestó "consternado", y señaló: "No cabe ninguna duda de que quieren dotar a la ciencia de explicaciones sobrenaturales".
Los defensores del diseño inteligente celebraron su victoria y la consideraron el triunfo de "la libertad de expresión". Los oponentes denunciaron el resultado como una "política mezquina" y un "fracaso para la ciencia".
A los estudiantes de los institutos de Kansas se les podrá decir que la vida en la Tierra es demasiado compleja para ser explicada por la evolución darwiniana, un proceso basado en la adaptación a las cambiantes condiciones locales, y que funciona sin necesidad de una mano conductora. Los ataques a Darwin se presentan como "críticas científicas", pero sus promotores buscan demostrar que debe existir un "diseñador inteligente" detrás del proceso evolutivo. Darwin no desaparecerá de las aulas, pero tendrá que convivir con sus alternativas religiosas.
Otros cuatro Estados (Minesota, Nuevo México, Ohio y Pensilvania) ya habían aprobado la enseñanza de análisis críticos de la evolución, pero sólo en términos generales. Kansas va más allá al especificar puntos concretos que, según los nuevos creacionistas, revelan la debilidad de la teoría de Darwin. E presidente Bush entró en la polémica el verano pasado al asegurar que "ambas teorías" deberían ser enseñadas.
"Este es un gran día para la educación. El diseño inteligente enseña mucho más sobre la ciencia", dijo Steve Abrams, el presidente republicano del Consejo de Educación de Kansas. Los miembros del Consejo que votaron en contra acusan a Abrams y sus colegas de introducir la religión en los colegios públicos a través de una ficción de la ciencia. En su opinión, la decisión será mala para la educación y mala para la fama -ya dañada- del Estado de Kansas. "Es un día muy triste, no sólo para los alumnos de Kansas, si no para Kansas en sí", aseguró en The New York Times Janet Waugh, uno de los miembros del Consejo que votó en contra. "Nos hemos convertido no sólo en el hazmerreír de la nación, si no del mundo entero".
El diseño inteligente "no aporta ninguna explicación natural que pueda ser sometida a prueba", dijo el genetista Francisco Ayala. "Es un insulto a la ciencia, a la educación y a la Constitución".
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